RetroMadrid ha sido desde sus inicios, allá por el año 1995, una reunión tanto de usuarios como de desarrolladores para sistemas obsoletos. El evento siempre ha querido dar voz a aquellos que no se han cansado de crear experiencias disfrutables en máquinas que salieron del circuito comercial.
Si nos paramos a pensar en la evolución que han seguido los videojuegos desde aquella primera edición de la feria, podremos recordar grandes y también muy tristes momentos en la industria del videojuego. En el sector de las consolas, por ejemplo, tuvimos la fulgurante aparición de la generación de 32 bits y la revolución que supuso la primera Playstation, así como la anunciada y lenta muerte de las predecesoras más conocidas: Super Nintendo y Megadrive, más adelante llegaría la prematura muerte de otro fantástico sistema, Dreamcast. La industria del recreativo también acabó por desaparecer, dejando a muchos sin aquellos salones donde compartieron tantas y tantas horas de fascinantes emociones.
En lo referente a los niveles de producción de los videojuegos, hemos visto también una tendencia a hacer videojuegos con valores de producción cada vez mayores, es decir, más complejos técnicamente y con apartados gráficos compitiendo en realismo con las propias películas de animación más punteras. Para tener éxito en la industria, cada año eran necesarios más polígonos, equipos de desarrollo mayores, estructuras organizativas más complejas, más inversión, más riesgo, y en muchos casos la consecuencia de todo esto ha sido menos diversión, menos creatividad, menos juego y más vídeo.
En los últimos años hemos sido testigos de una bajada importante en el número de grandes producciones, debido principalmente a factores como la crisis económica, la popularización de herramientas de desarrollo como Unity o GameMaker, también herramientas que facilitan muchísimo la colaboración en proyectos complejos a través de la red, entre otras. Actualmente cualquiera con tiempo libre y deseos de transmitir un mensaje al mundo, puede crear un videojuego.
Este cambio drástico ha provocado que muchos estudios del llamado “midcore” o gama media tuvieran que cerrar o reducir drásticamente sus plantillas. También algunos de los creadores más ilustres se han separado de las grandes corporaciones que financiaban y arropaban sus trabajos, creando sus estudios de videojuegos independientes. En estos, los profesionales tienen mucha más libertad creativa para hacer lo que hacían en sus orígenes, ni más ni menos los videojuegos que les gustaría jugar.
Llegados a este punto, muchos pueden pensar que esto representa una involución, pero tal vez no sea más que una estabilización y evolución lógica de un modelo de negocio que era simplemente inviable para todos, siendo necesario una mayor diversidad de modelos de creación. Creación que en el caso de los estudios independientes se realiza de una forma muy parecida a como era llevada acabo en los 80 y 90, por grupos reducidos de profesionales que, habitualmente con pocos recursos, intentan abrirse paso en el mercado y brindar su obra al mundo. Ocurre además que entre estos entusiastas encontramos juegos que toman referencias claras de los clásicos en su ADN, evolucionándolos con mecánicas más novedosas o temas más atrevidos.
Muchos de los visitantes de RetroMadrid no sólo gustan de jugar a videojuegos clásicos, sino que también disfrutan de lanzamientos más recientes que preservan el espíritu de estos. La zona Indie será coordinada por Indie-o-rama, la primera web española dedicada al videojuego independiente. Aquellos que lo visiten podrán conocer a algunos de los “indies” más destacados del país, así como jugar a sus obras e intercambiar opiniones.